Dos orejas para FAB no UTMB

Uma semana após o início da sua aventura no UTMB Fernando Alvez Barrero publicou a sua crónica. Aqui vai ela, com linguagem tauromáquica e na língua materna do autor. Um regalo lê-la e uma boa quantidade de dicas para quem lá for no futuro.

“UTMB. A la segunda fue la vencida. A la segunda pude ponerme en la línea de salida. Unos 16 años desde que empecé a correr, unos 8 años desde que me pasé definitivamente a la montaña, y en los días anteriores tenía la sensación que todo había sido algo preliminar para ese momento. Todo estaba condensado allí, NO íbamos a fracasar, NO nos podía salir mal, NO nos lo merecíamos. SÍ , en plural, por tanta gente que me había proporcionado esa ilusión, ese afecto, esa tolerancia, ese ánimo continuo … todo.

Me atrapó verlo desde fuera en el 2018. La grandiosidad de la Organización, sus recursos, como se recibían a los atletas en meta, la cara de espanto y miedo de los atletas de élite en la línea de salida. Había una segunda oportunidad en 2019.

2017 y 2018 no habían sido buenas temporadas. Una retirada en 2017 en la carrera objetivo, Ronda dels Cims, y una luxación de hombro por caída en 2018 a 2 meses del UTMB, proporcionaron 2 años con más de lo mismo, nada que realmente me ilusionara. Una monotonía, una reiteración en ciclos ya pasados, 6ª participación aquí, 5ª allí, etc.

No tengo entrenador personal. Sí hago una planificación de los entrenamientos, y la experiencia me ha dictado que lo idóneo son unas 20-24 semanas antes del objetivo. Te permite hacer una buena base, unos periodos de carga y descarga, y cuando se aproxima el periodo “serio” poder asimilar un buen volumen de horas semanales, reduciendo el peligro de lesiones. Si en una programación los conceptos a distribuir son densidad, intensidad y volumen, con el paso de los años le he ido dando más importancia a los dos primeros. Un volumen excesivo me produce demasiado stress y fatiga mental a mí y a los míos, y los kilómetros de por sí no dicen nada.
En la salida estaba con casi 600 horas y más de 100.000 D+ de entrenamiento (carrera, gym y bicicleta) desde el 1 de Enero, sin apenas altibajos semanales a partir de Febrero. Me proporcionaba mucha confianza.

La carrera son 171 km y 10.000 metros de desnivel positivo. Una vuelta completa al macizo del Mont Blanc, atravesando territorio francés, italiano y suizo. Con el propósito de auto-engañarme, la dividí en tres tramos:

1º: Salida (Chamonix) hasta Courmayer (Italia) : 80 km y 4600 positivos.
2º: Courmayer- Champex Lac (Suiza) : 45 km y 2400 positivos.
3º: Champex Lac- Llegada (Chamonix): 46 km. y 3200 positivos.

Elaboré un plano, con unos tiempos de paso orientativos con el fin de llegar a meta sobre unas 37 – 38 horas , doblándolo (con el objeto de no caer en el desánimo), de tal forma que solo pudiera ver el perfil y anotaciones del tramo en que estaba. Ojeando en la aplicación Strava la actividad UTMB de diversos Finishers anteriores, me resultaba llamativo el tiempo empleado en el tercer tramo. Comparativamente era muy superior al resto, sobre todo al primero.

–SALIDA (CHAMONIX) – COURMAYER (ITALIA) : 80 km y 4600 positivos —

Una hora antes de la salida comenzó a llover en Chamonix. Se me planteaban 2 posibilidades, o refugiarme de la lluvia, con la consecuencia de situarme en la salida al final de los 2600 corredores, o aguantar estoicamente el chaparrón custodiando sitio. Al final del pelotón salí, en el puesto 2200 aprox.

Al igual que el pasado año ver la salida in situ hizo que textualmente me temblaran las piernas, este año estaba muy sosegado. El caso, que verlo en directo como público debe imponer porque distinguí gente llorando, literalmente, mientras nos aplaudían por las calles de Chamonix.

Los primeros kilómetros transcurren entre aplausos y corredores/as evacuando todo lo sostenido en la línea de salida. Es curioso como con posterioridad, la acumulación de horas en las piernas, es directamente proporcional a la perdida de vergüenza.

Hasta el avituallamiento de “La Balme”, km 40, aunque ya se llevan ganados unos 2000 metros positivos , la carrera avanza por caminos y senderos sencillos. La posterior subida al “Col du Bonhomme” y bajada a “Les Chapieux” (km. 50) , ya transcurre por una senda mucho más rota de piedras.

Mi ritmo era muy suave, a veces incluso me preguntaba si demasiado. Desconozco el motivo, pero en un momento de la bajada a “Les Chapieux” comencé a especular con el fuera de control, lo que me llevó a hacer una bajada con bastante ritmo y desgaste para las alturas de carrera en la que me encontraba. Llegué a “Les Chapieux” con 2 horas y 15´ de margen sobre del fuera de control , y con un dolor de piernas y una cara de tonto bastante considerable.

Los 10 km de subida a la “Col de la Seigne”, me resultaron una verdadera tortura, fueron 2 horas y media, donde sufrí momentos donde me era difícil poder mantener el equilibrio. Desconozco si fue una bajada de azúcar, que eran los momentos previos al amanecer que suelen ser jodidos, que la cabeza necesitaba un rato de desconexión etc. No era un trayecto con un terreno complicado, pero los pensamientos entraron en el bucle: que salga ya el sol / no me puedo retirar/que jodido va a estar acabar esto/vaya fracaso, etc.

En el descenso de la “Col de la Seigne”, ya amaneciendo en territorio italiano, me desvié del recorrido unos 100 metros para ir a un Refugio e intentar recomponerme algo.
Parece que el respiro, y el paso por el “Col des Pyramides Calcaires” me estimuló un poco. Es una pequeña subida con mucha piedra suelta y algún que otro bloque, donde los pensamientos cambiaron a ¿y si le pegó una “pedrá” al dron este que lleva media hora zumbándome la oreja?

Siempre creí que la parte francesa del macizo del Mont Blanc era la auténtica, la agraciada, pero estaba equivocado, todo el recorrido por la parte italiana es sublime. En el alto del “Arete du Mont Favre” nos parábamos la mayoría de corredores para admirar la majestuosidad del Mont Blanc desde la parte italiana, no había visto cosa más impresionante jamás… hasta que abordé el trayecto Refuge Bertone -Refuge Bonatti.

La bajada a la única base de vida del UTMB, “Courmayer”, se puede dividir en 2 partes, una más llevadera hasta el “Col Chercrouit” y otra con una pendiente muy pronunciada por una senda en zig-zag con zonas de mucho escalón, donde es preciso economizar mucho las piernas.

Llegué al polideportivo de “Courmayer” en 17 horas de carrera, 80 km y 4.600 positivos, con un cansancio no excesivo y 2 horas por encima del tiempo previsto. Fin de mi 1er tramo.

–COURMAYER (ITALIA) – CHAMPEX LAC (SUIZA) : 45 km y 2400 positivos–

Unos 46´ estuve en “Courmayer” intentando organizar todo lo preciso para afrontar los siguientes 90 km. de carrera. Aunque llevaba más de 2 horas de retraso sobre el horario previsto, no me preocupaba en demasía, porque mi primer objetivo era acabar y, porque consideraba que la clave era el tercer tramo.
Tenía la intuición en los tiempos de paso estudiados de atletas que se habían movido en pasadas ediciones sobre las 38 horas, que habían llegado muy condicionados físicamente a la última parte, al desgastar en exceso los primeros 125 km. Con el paso de las horas me afilié al florido e ilustre grupo de corredores limitados del 3er tramo .

Tras los prolegómenos iniciales por las calles de “Courmayer”, la subida al “Refuge Bertone” es seca y dura , son casi 900 positivos en 5 km., con 2 km finales muy exigentes.

No es justificable que a alguien se nos prive en esta vida de hacer el trayecto entre “Refugio Bertone” y “Refugio Bonnatti”. Son 8 km. por un sendero, un continuo tobogán, a una cota de 2000 metros, con una perspectiva, a la izquierda, al Macizo del Mont Blanc. Es la parte del UTMB que estamos más próximos a él, tanto por longitud como por altitud . Es extraordinario, transmite un poderío, una fuerza bruta descomunal, monstruosos sus glaciares, sus nieves perennes …vale la pena haber llegado hasta aquí, me siento un privilegiado.

Boquiabierto aun, desciendo al avituallamiento de “Arnouvaz”, km 97.3. Mentalmente el llegar a las 3 cifras va animando, ¡ya estamos restando¡. Recuerdo haber buscado alimentos ricos en grasa (queso, salchichón , etc.) .Tenía la sensación de llevar la digestión un tanto acelerada y precisaba de ralentizarla de alguna manera, para evitar problemas gastrointestinales posteriores. En entrenamientos largos había estado trabajando la velocidad de la digestión con gominolas y fuet , por supuesto todo de la marca blanca del Mercadona, somos corredores populares.

La subida a la frontera italo-suiza se realiza por el “Grand Col Ferret”, es una subida de 800+ en 4,5 km. Excepto un descanso de 300 metros a media altura, es un ascenso con una pendiente pronunciada muy mantenida. Aquí empecé a tener síntomas bastantes claros de fatiga en piernas, lo cual, a estas alturas, no figuraba en los planes.

No hay analgésico mejor que una tormenta a 2.500 metros de altitud , el dolor de piernas desaparece de forma inmediata .Ya van unas cuantas tormentas, pero como esta ninguna. Sin previo aviso comenzó a granizar y aquello se descontroló con una rapidez como nunca había visto. Los 10 km. de bajada a La Fouly era un auténtico río de agua y granizo. Allí, donde se podía, se corrió de lo lindo para salir de esta situación. Soy un corredor propenso a caerme, pues incompresiblemente de los 15-20 corredores pegados que íbamos, creo que fui el único que no dio su “culete” con el suelo.

El avituallamiento/carpa de “La Fouly” era un caos absoluto. Mantas térmicas en el suelo, atletas tiritando de frío, ropa mojada por aquí, seguidores mezclados con atletas (cuando excepto en 3 puntos concretos estaba absolutamente prohibido).

En el UTMB no hay control de material en la salida. En los días previos, a la hora de la recogida del dorsal, debes ir pertrechado con todo el material que vas a llevar el día de la carrera. Aleatoriamente a cada corredor se le solicita dos –tres cosas del material obligatorio (que es bastante extenso), y la Organización transmite su idoneidad o su insuficiencia. En el caso que se indique el visto bueno, debes firmar una declaración jurada en el que se indica que el material que has llevado ese día será en el que llevaras en carrera. Recuerdo el comentario de un corredor, <<que ellos pidieran, que el ya vería lo que finalmente echaba en la mochila>>. Probablemente, muchos de los que cambiaron el buen material impermeable por uno mucho más liviano, se quedaron en “La Fouly”.

Al parecer los únicos que no teníamos problemas en continuar la marcha éramos los corredores, ya que los acompañantes y retirados estaban bloqueados por desprendimientos. 5 horas posteriores a mi salida lograron sacarlos de allí.

Poca cosa más que contar de los 14 km restantes de este tramo, más que 9 km. en bajada muy sencilla hasta “Praz de Fort”, y 6 km de subida por sendero estrecho, hasta “Champex- Lac”, donde se ganan 500 +

–CHAMPEX LAC (SUIZA) – LLEGADA (CHAMONIX): 46 KM. Y 3200 POSITIVOS –

Tercer tramo, el final, donde debería llegar muy entero para recuperar tiempo y posiciones. Son 3 subidas, con unas cotas no excesivamente altas, alrededor de los 2.000 metros, pero muy duras. Además son muy desmoralizantes, porque sospechas en varias ocasiones el final, y nunca llega.

Voy a intentar explicarlo con símiles taurinos;

La primera, de “Plan de L`Au” (una especie de restaurant en medio de la nada donde había más marcha que en la furgoneta del Equipo A) a “La Giete” fue la ESTOCADA CORTA, la que no penetra más que una tercera parte en el toro.

La bajada de “La Giete” a “Trient” , un descenso empinado lleno de escalones , piedra y raíces, fue la ESTOCADA EN SU SITIO, se le llama así a la estocada que está en lo alto, es decir en la yema del toro.

La segunda, de “Trient” a “Les Tseppes” , otra subida interminable, dura, seca, donde había gente echada a dormir a izquierda y derecha en los sitios más inverosímiles, fue la ESTOCADA ENTERA, es la estocada que penetra todo el acero en el toro.

La tercera, de “Vallorcine” a “La Tete aux Vents”, ¡ay que subida¡ , esta fue la ESTOCADA HASTA LA BOLA, aquella que introduce en el toro hasta la pieza esférica que tiene la empuñadora del estoque.

Pues eso, que las 7-8 de la mañana resultaron las 12, y las 38 horas fueron 41 horas 45´.

Objetivamente es la mejor hora para llegar a las calles de Chamonix .Están repletas de animación, de choque de manos, de “Allez Fernando”, “Vamos Fernando” , “Bravo Fernando”, etc.

CONCLUSIONES.-

1. Dejando aparte los gastos de desplazamiento y alojamiento, creo que los 270 € de inscripción del UTMB, es con diferencia la carrera más económica a la que he asistido. Los recursos desplegados (voluntarios, avituallamientos, señalización, etc.) en el desarrollo de la prueba son increíbles.
Que el UTMB es un negocio, es una verdad incuestionable, pero no distingo beneficio con el valor de la inscripción. Entiendo que los patrocinios y merchandising serán la verdadera ganancia.

2. No es una carrera técnica, pero la mayoría del recorrido es muy exigente. Son 10.000 metros positivos, y otros 10.000 negativos, con subidas y descensos con pendientes muy pronunciadas.

3. Me parece inverosímil que haya personal que pueda completar esta prueba por debajo de 25 horas, y extraordinario por debajo de las 30.

4.Los puntos calificativos para poder tener acceso, al menos al sorteo del UTMB, no aseguran que el personal vaya entrenado a la prueba, pero se percibía mucha experiencia y desenvoltura en los corredores.

5. Aunque había estructurado el plan de entrenamiento para alcanzar el pico de forma a final de Agosto, creo que llegué al UTMB en descenso. Las recuperaciones en los entrenamientos no eran igual de rápidas que el periodo comprendido entre finales de Junio-finales de Julio. Probablemente el periodo competitivo final previo no fue el adecuado.

6. No tengo una sensación de euforia por mi finalización del UTMB, si no de tranquilidad. Necesitaba volver a hacer algo que me satisficiera completamente después de 2 años de aburrimiento. Me siento en paz.

<<RECORRIDO: Más o menos
https://www.strava.com/activities/2680228025

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